Envuelto en una audiencia emocionada, el papá de la niña se paró y aplaudió con lágrimas en los ojos. Más de 30 minutos antes de la presentación, el padre le había comentado a otro padre de familia que no quería estar ahí porque no creía que su tímida hija iba a bailar en la presentación. El se equivocó y lloró de dicha.
Esa es parte de la contribución que Cathedral Arts Project (CAP) ha hecho desde 1993 con la inspiración de Gail Weltsek, quien empezó su misión de una manera espontánea a través de la iglesia St. Johns Episcopal para ayudar a unos niños de un refugio en el vecindario.
Con la intención de aliviar la vida de personas desafortunadas, la iglesia empezó a hacer clases de baile para un centro de refugio para mujeres y sus hijos al lado de su templo. Ellos no contaron que tal benévola acción tendría repercusiones positivas para engrandecer su gesto humanitario.
El director de una escuela cercana se informó de lo que la iglesia estaba haciendo y se les pidió que si podían hacer lo mismo con sus estudiantes de bajos recursos. Y la petición de un director se multiplicó con varias escuelas en el área.
Eventualmente no solamente la iglesia ofreció clases de baile sino también se expandió a ofrecer clases de canto, pintura y otras artes cuando decidieron emplear maestros de arte oficialmente con donaciones locales.
“La mejor manera que un padre de familia puede unirse a nuestro programa es decirle que informen al director de la escuela que se comunique con nosotros”, dijo Kimberly Hyatt, reverenda y presidente de CAP por más de 20 años. “Aunque ellos nos pueden llamar directamente también, pero es mejor si lo hacen con la ayuda de la escuela”.
Lo que empezó solamente con clases de baile por unas horas semanales se ha expandido a una institución educativa con el apoyo de la comunidad y conmemoro su 30o aniversario este año. En recientes años, la alcaldía ha utilizado el esfuerzo y el talento de jóvenes de CAP para participar en eventos de importancia, como es la encendida oficial del árbol navideño en diciembre.
CAP realizó su evento anual en abril donde recaudaron fondos de individuos y organizaciones en el beneficio de estudiantes a través de la ciudad donde la importancia de reconocer a los donantes no fue más importante que la causa que CAP lidera. Incluso, el famoso cantante americano Barry Manilow escuchó de la organización y donó muchos instrumentos musicales para los estudiantes hace varios años.
Parte de la inspiración han sido los resultados de la misión de la entidad filantrópica pues estudiantes que se han beneficiado de la asistencia han llegado a obtener reconocidas posiciones artísticas como Dominiq Luckie, quien fue parte del Ballet de Atlanta en Georgia y ahora del Ballet de Memphis en Tennessee.
Pero CAP no se concentra solamente en darle a buenos estudiantes la oportunidad de un futuro mejor con las artes. La organización trabaja con entidades de la ley para encontrar y ayudar adolescentes que han tenido problemas por delitos juveniles para redimirse e inspirarlos a superarse.
Por el apoyo que ha tenido de individuos y entidades filantrópicas, CAP recluta maestros de gran calidad a través del país como de la prestigiosa Escuela de Música Juilliard en Nueva York. CAP también prefiere emplear aquellos que tienen varios años de experiencia, y por esa razón la mayoría de ellos están en sus 30s y 40s de edad. En recientes años, la organización ha tenido más de 1600 estudiantes anualmente y se espera que su número crezca. La mayoría de los estudiantes que son parte de CAP actualmente son de escuelas primarias y secundarias, pero los números de aquellos que vienen de bachilleratos han aumentado y siguen creciendo, según Hyatt.
“Los maestros van a las escuelas de los estudiantes a enseñarles o si pueden los estudiantes pueden venir a nuestros establecimientos en el centro de la ciudad”, dijo Lucy Chen, vicepresidente de relaciones comunitarias de CAP.
Alrededor de 60 por ciento de los estudiantes son hombres y un 40 por ciento de ellos son mujeres, de acuerdo a Hyatt. En las estadísticas más recientes de CAP, el 23 por ciento de los jóvenes beneficiados son latinos. Incluso, estudiantes que tienen más de 17 años de edad pueden ser parte del programa tanto ellos todavía sean estudiantes de “high school” de escuela pública o privada.
Si quiere ser un padre de familia que llora al ver a su retoño creciendo en el escenario, conéctese con CAP o visite www.capkids.org.
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A version of this story was published in Hola News Newspaper on May 17, 2023.