Obama en el Blanco

¿RUMORES, PARANOIA O AMENAZA REAL?
SEMANA NEWS - NEWSPAN MEDIA
Del 26 de octubre al 1 de noviembre del 2008
SEMANA de atentado
Por Don Juan Corzo

Houston- “¡Mátenlo!”, “¡terrorista!”, “¡córtenle la cabeza!”, “¡traidor!”, son algunos de los gritos que se han escuchado recientemente contra el candidato presidencial demócrata
Barack Obama en los eventos de campaña de su rival, el aspirante republicano John McCain.
El, junto con la gobernadora de Alaska Sarah Palin, su posible vicepresidenta, han desatado un ambiente hostil contra su contrincante.
“Hemos visto en los mítines de McCain y Palin una cólera malsana que puede derivar en violencia”, dijo recientemente David Gergen, un experto político quien fue asesor para lo expresidentes Ronald Reagan y Bill Clinton.
El ambiente volátil ha despertado temores sobre la seguridad y norteamericanos (como Palin) lo consideran diferente al típico estadounidense por su origen étnico, su ideología populista y sus relaciones con individuos controversiales como el reverendo afroamericano extremista Jeremiah Wright y el profesor universitario William Ayers, un exradical de izquierda.
Opiyo Oloya, un experto político y activista de Uganda que reside en Canadá, advirtió sobre el peligro del ambiente creado por McCain y Palin que, en su interés de ganar las elecciones a toda costa, han pintado a Obama como un enemigo del país.
“McCain ha reforzado la opinión de que Obama es el enemigo número uno del país y debe ser eliminado, y algunos pueden considerarlo un deber patriótico”, dijo Oloya en una entrevista radial.

La protección
La preocupación de que Obama sea asesinado no es nueva. Michael Chertoff, secretario de Department of Homeland Security (DHS) ordenó protección para el candidato demócrata a principios de mayo del 2007.
a seguridad que le da el Servicio Secreto ha dado la más estricta y anticipada a un aspirante presidencial desde que se impuso como ley proteger a los candidatos
tras el asesinato del demócrata Bobby Kennedy en 1968.
De acuerdo a un vocero del DHS, el servicio se ofreció a petición del mismo senador Obama, aunque hasta ese momento no había sospecha de alguna amenaza en su contra. Días después, sin embargo, se confirmó que habían recibido amenazas del Ku Klux Klan (KKK), el grupo supremacista blanco.
“Si ese hombre (Obama) es electo presidente, será baleado seguramente”, dijo Ray Larson, uno de los líderes del KKK en la primavera este año en un video.
Pero el no ha sido el primero en hablar sobre la posibilidad de que sea asesinado el candidato demócrata.

¿Más que rumores?
El exgobernador de Minessota Jesse Ventura, un conocido exluchador y actor, advirtió en una entrevista radial en abril del 2008, que Obama podría ser el blanco de un atentado.
Ventura, conocido por estilo independiente, declaró que un candidato diferente de lo usual sería una amenaza para el “establishment” (régimen) político y sus oponentes tratarían de asesinarlo o de al menos destruir su imagen y credibilidad.
“Digo esto muy en serio: Ten cuidado Barack Obama”, advirtió Ventura.
En otros países se han hecho comentarios similares. Por ejemplo, Doris Lessing, británica ganadora del Premio Nóbel de Literatura, dijo en una entrevista con un periódico suizo en febrero de este año que “probablemente un hombre negro en la posición de presidente no duraría mucho tiempo. Lo matarían”.
El expresidente de Cuba Fidel Castro expresó el pasado 11 de octubre que es “puro milagro” que Obama no haya sido víctima de un atentado todavía.

La paranoia
Otros han criticado estas especulaciones como declaraciones negativas o peligrosas.
“La sugerencia de que está en peligro si gana las elecciones en noviembre es para dividir”, dijo un analista republicano.
Sin embargo los reverendos activistas y excandidatos presidenciales afroamericanos Jesse Jackson (en los 80’s) Al Sharpston (2004) recibieron amenazas de muerte durante sus campañas. También el general y exsecretario del estado Colin Powell
desistió lanzarse como candidato en los 90’s en parte porque su familia temió por su vida.
A principios de agosto, cuando Obama visitaba Florida, un hombre de 22 años fue arrestado en Miami, al encontrársele armas y equipo militar en su hotel y carro. Varios testigos declararon oírle decir meses antes que asesinaría a Obama si fuera electo.
Luego, durante la convención demócrata en Denver a finales de agosto, tres hombres fueron arrestados al ser delatados por dos mujeres que los escucharon decir tener planes de matar a Obama.
Durante los interrogatorios las autoridades descubrieron que planeaban dispararle con un rifle telescópico desde un lugar alto en el estadio o una pistola escondida dentro de una cámara de televisión.
Sin embargo, los cargos fueron desechados por Troy Eid, un fiscal federal republicano de Colorado por considerar que no tenía suficiente evidencia y en contra de la opinión del FBI.

Temor real
Según Lotta Danielsson, empresaria y comentarista suiza que vive en Washington, debe hablarse abiertamente de la amenaza contra Obama.
“Taparse los ojos nunca ha sido la respuesta a un tema controversial”, dijo Danielsson.
Para Mónica Guzmán, otra columnista de Seattle, la mayoría que trata el controversial tema están más preocupados por el atentado que en promoverlo.
Otros comentarios han sido por accidente como pasó por ejemplo la senadora de Nueva York Hillary Clinton durante su campaña. A finales de mayo hizo una declaración
polémica luego que expertos políticos insinuaron que debía abandonar sus esfuerzos.
“Mi esposo [Bill Clinton] no obtuvo la nominación en el 1992 hasta mediados de junio, ¿cierto? Todos nos acordamos que Bobby Kennedy fue asesinado en junio en California”, dijo la senadora.
El público en general consideró el comentario inadecuado y Clinton pidió disculpas días después.
“Cuando llega una figura pública que representa a la comunidad y quiere verdadero cambio, despierta reservas y retos sobre la manera como las cosas han sido en una
sociedad”, dijo Stephen Klineberg, sociólogo y profesor de la Universidad
de Rice en Houston.
Klineberg piensa que Estados Unidos ha progresado cuando se le compara a los eventos de siglos pasados y pero indicó que hoy un mínimo grupo de personas que
no acepta que Estados Unidos ha cambiado. “Así como tenemos compatriotas decentes, también puede haber fanáticos de manera similar como la mayoría de los
islámicos son gente buena, pero una minoría es extremista y peligrosa”, señaló Klineberg.
Todo presidente enfrenta la posibilidad de ser asesinado porque –dijo el profesor- es parte de los riesgos de un líder, pero con Obama toca tener más cuidado por el cambio que representa.
“Parte de la fiebre e inquietud por Obama es que la gente tiene una impresión de que es una mezcla de Martín Luther King Jr. y John F. Kennedy, incluso para los europeos y en otras partes del mundo”, agregó.

Magnicidio
◗ Una exhibición de arte titulada “El asesinato de Barack Obama”, del artista latino Yazmany Arboleda fue abierta en Nueva York en febrero, pero posteriormente clausurada por las autoridades en junio por ser controversial.
◗ Cuando la popularidad de Obama empezó a subir en las primarias en el 2008, las búsquedas de Internet con la frase “Asesinato Obama” subieron de 20 mil resultados a más de 200 mil.
◗ Hasta ahora nueve presidentes estadounidenses han enfrentado atentados contra sus vidas. Abraham Lincoln, James Garfield, William McKinley y John Kennedy murieron como resultado.