Una rueda de prensa del Gobernador Ron DeSantis en Jacksonville tuvo unos contratiempos inusuales el pasado 4 de enero cuando varios ciudadanos se presentaron al evento para cuestionar al gobernador de Florida sobre sus controversiales acciones en relación a la pandemia y la ley estatal contra protestas públicas.
El tema de la conferencia con los medios era para resaltar la situación de suministros de anticuerpos monoclonales del gobierno federal para combatir el COVID y contaba con la presencia del médico general Joseph Ladapo y otros oficiales estatales.
Dos representantes del gobernador trataron de sacar a los ciudadanos incluyendo a Ben Frazier, un activista líder de la organización local Northside Coalition y fue en ese momento cuando la situación se puso tensa cuando Frazier y los otros rehusaron irse de la sala de reuniones de la división de salud del condado de Duval.
“Este gobernador está tratando de parar nuestros derechos de protestar y de reunirnos. Eso está mal y no lo vamos aceptar”, dijo Frazier a los presentes. “Our first amendment rights, we can express them peacefully and that’s what we are doing here”.
Después de rehusar de irse del salón a pesar de varias peticiones de los representantes del estado, Frazier fue esposado y escoltado del edificio por policías de la ciudad. Una vez afuera del edificio con sus compañeros él recibió una multa por traspaso y fue liberado.
La rueda de prensa se realizó poco después en otra sala del conglomerado del condado donde DeSantis y el doctor Ladapo recalcaron la necesidad de recibir más ayuda médica federal. Ladapo sugirió que pruebas para detectar COVID son importantes pero la población no debe examinarse más de lo prudente para mantener disponibilidad de pruebas para otros y prevenir escasez.
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A version of this story was published in Hola News Newspaper on January 12th, 2022.
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