Monday, September 18, 2023

De los barrios de LA a las playas de Jax

Toda la familia estaba viendo una telenovela en una televisión de blanco y negro antigua de madera en una habitación del apartamento donde vivían cuando escucharon dos disparos en las afueras de su vivienda.

El pequeño Fernando trató de ver a través de la cortina por la ventana que había pasado. Su padre lo tiró fuerte en la cama y le regañó.

“¿Qué estás haciendo? ¡Quieres que nos maten a nosotros también!” lo reprendió su papá enojado.


Resulta que un vecino que era vendedor de drogas tiroteó a alguien, y nadie reportó nada a la policía local como era típico en ese entonces; pues muchos en esos vecindarios no querían involucrarse y temían por sus vidas también.


Así fue como vivió Fernando Meza durante su niñez en el el área South Central de Los Ángeles. Meza, 39 años de edad, recuerda que sus padres se mudaban con él y sus hermanas constantemente alrededor de las zonas pobres de la ciudad tratando de alejarse del crimen y de las pandillas en las décadas de los 80s y 90s. Debido a no ser profesionales sino de la clase laboral, su papá Fernando, Sr y su mamá Teresa no ganaban suficiente ingresos para residir en un mejor vecindario, más seguro pues eran trabajadores rasos en factorías y bodegas de ropa. Ambos emigraron a California de diferentes regiones de México a principios de los 70 y se conocieron en Los Ángeles poco después para empezar una relación romántica que culminó al contraer matrimonio y con el nacimiento de Fernando, Jr. y dos hermanas, una mayor y una menor.


“Yo quería hacer algo con mi vida. Creciendo en Los Ángeles como mexicano, una persona de color, unos maestros y otra gente, nos decian que cuando termines tu ‘high school’ no vas a hacer nada, o vas a la carcel o te vas a morir”, recordo el mexico americano de su juventud, a veces amarga.


El escape de ese mundo incierto para Fernando fue el servicio militar cuando terminó su bachillerato en la ciudad californiana, y lo que cimentó su decisión aún más de unirse a la armada naval estadounidense fueron los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.

Después de graduarse del colegio en 2002, Fernando inició su entrenamiento básico en Illinois a finales del mismo año y después de un entrenamiento en Florida para ser coordinador de aviones de combate militar en 2003, el joven fue asignado como contramaestre de aviación en el acorazado militar John F. Kennedy. El buque militar fue desplegado en la costa persa por más de seis meses donde Fernando y un equipo de otros maneadores de aviones de combate ayudaron a pilotos en el primer año de la guerra de Irak. 


El latino regresó a servir el resto de su servicio militar a Jacksonville trabajando en el mismo buque militar, que fue decomisado de servicio en 2007 poco después de que el mismo concluyó su servicio en la armada naval.

Aunque le pasó por la mente volverse piloto militar de aviones F-18 y F-35, estilo “Top Gun” no creyó tener la disciplina o el inclinación a dedicarse a hacerlo, pues a Fernando siempre le había interesado aspectos del gobierno y la política. También le pasó por la mente ser policía, pero optó por otro sendero. 


“Desde pequeño siempre me gustó la historia. No solo de los Estados Unidos sino del mundo, los gobiernos, las políticas. Cómo la firma de una pluma puede cambiar las vidas en la ciudad, el país, de la tierra”, dijo el concejal latino.

Después de su servicio militar, el joven se dedicó a trabajar en un par de bares cerca a la playa de Jacksonville Beach, pues también le interesa esa industria y tiene un espíritu empresarial. Al mismo tiempo, Fernando sacó un grado en Ciencias Políticas de Florida State College Jacksonville (FSCJ) en 2012 solamente en tres años lo que usualmente toma cuatro años y se empezó a involucrar en campañas políticas locales y estatales y a asistir a eventos gubernamentales. Se lanzó para ser concejal de Jacksonville Beach en 2012 y en 2014 pero perdió contra sus contrincantes en esos años. En 2015, estableció una sociedad con Steve Chelgren, un empresario de bares y se ha dedicado al negocio de The Wreck Lounge Bar, donde es copropietario. 


En parte, Fernando quería ir a una escuela de derecho, pero el alto costo y otros asuntos personales le hicieron desistir de su intención de ser abogado, pero sigue en sus planes de hacerlo potencialmente. En 2020, el año de la pandemia de COVID que afectó al país y el mundo, el veterano militar y empresario hispano se postuló por tercera vez y venció a la candidata Frances Povloski en todos los precintos y por seis puntos de porcentaje. El latino se identificaba como Demócrata hasta 2010, pero cambió al partido Republicano por las desilusiones que ha sentido con el partido demócrata. A pesar de admitir haber votado por el polémico expresidente Donald Trump por sus políticas, no le gusta muchas de las cosas ofensivas a hispanos o a militares que ha dicho en el pasado.


“Fernando es un buen jefe”, dijo Sophia, una de las baristas de uno de sus bares playeros. “No solo hace de jefe, pues también participa sirviendo a clientes en la taberna a veces”.

Ese gesto muestra que a pesar de ser un líder de un municipio playero y un empresario, Fernando permanece humilde y dispuesto a ayudar a otros en su camino a crear una mejor comunidad con ejemplo y acción. 


Aunque él todavía visita a sus hermanas y padres en Los Ángeles, considera Jacksonville Beach su hogar y se siente mejor apreciado por los miembros de la comunidad desde que se mudó al municipio playero hace 20 años.


###


No comments:

Post a Comment