*An edited version of this story was published in Hola News weekly newspaper on June 16, 2021
Tres camiones de los cinco que tenía en su empresa se descompusieron al mismo tiempo y en ese momento Rodian Montero Lo pensó por un breve momento abandonar el negocio, pues no sabía qué hacer para cumplir con los acuerdos que tenía con sus clientes al día siguiente. Pero ya había invertido años en esta aventura empresarial y no podía tirar todo y empezar otra vez por otro lado.
Dieciséis años después, este cubano de ascendencia china y con espíritu capitalista ha logrado lo que muchos latinos anhelan cuando vienen a Estados Unidos: Lograr independencia financiera y a la vez proveer a otros la oportunidad de salir adelante en la industria camionera con su propia compañía en Jacksonville, Rodian Logistics.
“Bueno, de Cuba me fui en el año ‘94 cuando pasó lo de los balseros, el éxodo de los balseros”, recordó Rodian. “Estuve en un campo de refugiados por 14 meses en la base Guantánamo, que es territorio Americano”.
Después de procesar su documentos, el joven voló a la ciudad de Nueva York pues tenía un primo que lo patrocinó y así él vivió en la gran Manzana por nueve años. Como muchos hispanos inmigrantes Rodian se desempeñó en todas clase de trabajos como en construcción, en restaurantes hasta que empezó a conducir buses turísticos de dos pisos.
Ese fue el trabajo favorito de él por casi cuatro años y dijo cómicamente que hubiera manejado esos buses toda la vida si la compañía turística no se hubiera cerrado.
Con su actitud diligente y emprendedora, el joven latino fue referido por otro cubano al trabajo de conducir camiones de carga fuera de la ciudad para una compañía de una familia griega en el 2001. El cubano se acuerda de cuando pasaron los ataques terroristas del 9/11 y el trauma que afectó la ciudad entera.
“Yo estaba en Long Island como a 45 minutos y venía de regreso de entregar materiales y recuerdo todo el caos que había en la ciudad, desde la distancia podía ver todo el humo y el polvo”, dijo Rodian, quien dijo que por suerte no había conocido a nadie cercano de los golpeados por la tragedia.
Sin embargo, eventos oscuros como tal no paran lo positivo que venía hacia el futuro del joven de La Habana, pues al año siguiente, Rodian conoció a Karen, una bella muchacha hondureña que sería su futura esposa y la madre de su único hijo, Rodian Rafael Montero.
Pero primero Rodian trabajó dedicado en la compañía camionera por tres años, ahorró dinero para comprar su primer camión de carga y la oportunidad de independizarse se presentó bien al sur del país, en Jacksonville. La pareja se mudo el estado del Sol y se casaron en el 2005 cuando él ya tenia alrededor de cinco camiones de carga y conductores asociados para crecer su negocio.
“Ella me ayudó muchísimo con el negocio, se vino para Florida conmigo, le enseñe a manejar camión’, dijo Rodian con orgullo. “Ella manejó el camión como por diez años por todos lados y después tuvimos nuestro niño que va a cumplir dos años en agosto”.
A la edad de 48 años, Rodian reconoce que aunque parece ser más tarde de lo común ser padre, para él ha sido más una bendición pues se ha podido dedicar al trabajo de ser papá ahora que tiene un negocio estructurado y en marcha que produce con un equipo de empleados. Su felicidad de ser padre y poder cambiar pañales, bañar al pequeño Rodian, alimentarlo en equipo con mamá es la razón por la que se siente satisfecho de haber trabajado tan duro en crear un futuro con más libertad personal.
¿Podría el papá Rodian tener predestinado que su hijo su hijo Rodian tome las riendas de su exitosa agencia de camiones de cargas en el futuro?
“En el país hay tantas probabilidades, el niño puede crecer y ver posibilidades de hacer otras cosas y no quiere lidiar con camiones y a lo mejor quiere dedicarse a otro oficio”, dijo el papá empresario. “Hay tantas oportunidades que, realmente, para que le vaya bien en la vida, él no tiene que seguir este negocio”.
La respuesta es clara y las prioridades son simples para este padre de familia.
No comments:
Post a Comment